"Seba Grazzini nos dio más tranquilidad a los delanteros, se nos hace más fácil", asegura.
Mejor abastecido, Bieler ya no desespera como antes. "No encontrábamos el rumbo adelante", confiesa.
Esa pelota de Braian Lluy, desde la derecha, llegó perfecta al área chica de Banfield. Con el arquero vencido, había que soplarla. Sólo eso. Claudio Bieler, con todo el arco a su disposición, metió la cabeza de manera poco ortodoxa, la bocha picó y se fue por arriba. Increíble...
"Fallé porque no esperaba el centro ahí y reaccioné medio tarde", se excusó ayer. Un rato después de aquella acción, sin embargo, se reivindicó con un golazo: su empeine derecho tomó un centro de volea y clavó el 2-0 definitivo.
La segunda secuencia, cuya resolución fue excelente, dejó sobre el escenario del Cilindro un valor fundamental: Taca sostuvo la confianza tras malograr una oportunidad inmejorable, algo que no todos los jugadores consiguen. Y esto tiene una explicación que va de la mano del crecimiento ofensivo de Racing. "No me desespero, ahora sé que si no entra una voy a tener otra situación. El domingo se me dieron varias", asegura el hombre que anotó cuatro tantos en el campeonato y que, por fin, empezó a ser bien abastecido.
-¿Jugás más cómodo? -Antes no teníamos la oportunidad de quedar mano a mano con el arquero y las situaciones de gol eran menos. Se nos hacía muy complicado porque nosotros, los delanteros, quedábamos muy lejos del mediocampo. Las líneas estaban muy separadas.
Adelante no encontrábamos el rumbo. Ahora sí.
-¿La entrada de Grazzini en cuánto influyó? -Todos los jugadores que entran suman, siempre y cuando aporten lo mejor para el equipo. Seba nos dio más tranquilidad a los delanteros. Arriba se nos hacen más fáciles las cosas, creo que Miguel (Russo) encontró el equipo.
-¿Siempre te repusiste rápido de un gol errado como el del domingo? -A medida que uno va logrando continuidad como titular y te pasan ese tipo de esas cosas, vas tomando experiencia. De mi parte estuve tranquilo porque, con la cantidad de buenos jugadores que hay acá, sentía que tendría otra chance de convertir.
-¿Juegan más sueltos? -Sí, por ahí el triunfo en Tucumán fue clave para poder empezar a trabajar de otra manera, mejor. Estamos con mucha tranquilidad para encarar los tres partidos que nos faltan.
-Antes de la racha de triunfos, ¿cómo influía en vos el nerviosismo transmitido por los hinchas? -Fue difícil. Cuando la gente alienta te motiva más.
Cuando no es así, hay algunos jugadores que sufren, sobre todo los que llevan muchos años en el club. Yo siempre traté de mantener la calma en cada partido y de buscar confianza con el correr de los minutos.
-En Liga de Quito te acostumbraste a pelear portítulos. ¿Cómo fue luchar contra el descenso? -Siempre lo importante es pelear por algo. Aunque no fuera por un título o la alguna copa, la motivación fue mantener la categoría en un club tan grande como Racing. Cuando llegué a avisé que no venía a hacer una cantidad determinada de goles, sino a ayudar al plantel a salir de esto.
-¿Sienten que asegurándose la permanencia cumplen con el objetivo trazado al inicio? -Obvio que no nos gusta estar así. Queríamos pelear arriba y espero que en el próximo torneo se nos dé para alegría de la gente.
-¿Un empate contra Tigre los conformaría? -Sería un buen resultado. Y habrá que esperar otros.
-¿Ya pensás en el campeonato que viene? -Es difícil no pensar eso.
Ahora lo que queremos es tratar de sacar siete puntos más o, si es posible, quedarnos con los nueve.
Después esperaremos la pretemporada y que el club decida qué refuerzo traer.
-¿Estás conforme con la cantidad de goles tuyos?¿Imaginabas más? -Los delanteros vivimos de los goles. Yo estoy muy contento más que nada por el equipo, por el grupo. Obtuvimos tres victorias consecutivas y por suerte me tocó volver a convertir.
El potencial de Taca comenzó a ser explotado por la Academia. Ya no sólo juega bien de espaldas al arco. Costó, pero apareció el goleador de raza. Había que alimentarlo mejor.
